tag:blogger.com,1999:blog-61334402143204975932024-03-20T06:32:09.027-07:00Griselda Martín. Dibujando con palabrasUn espacio donde todo es posible, donde nada se olvida,
donde se funden el pasado, el futuro y lo que nunca pasará.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.comBlogger12125tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-40899216393968577292009-11-29T06:40:00.000-08:002009-11-29T06:50:15.793-08:00ENTREVISTA A REVISTA MÀ (Els metges de familia som els metges de la incertesa)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirIRXehNqWJq8V6XuuvKpavJRBUguvUQ9KHT9DJqqKuWB4m8UwU4xe0LMoAG0dakdqzL50sNZx5Sd5z6qUsDtZhFkvBy_FVZvLgF6WJGxRB5Cat4eda2JsaGIShx3PgThL_cNn6tv_Ua1c/s1600/DSCN1823.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirIRXehNqWJq8V6XuuvKpavJRBUguvUQ9KHT9DJqqKuWB4m8UwU4xe0LMoAG0dakdqzL50sNZx5Sd5z6qUsDtZhFkvBy_FVZvLgF6WJGxRB5Cat4eda2JsaGIShx3PgThL_cNn6tv_Ua1c/s400/DSCN1823.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409536982625344130" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbI_kY67kLqxLOxjOw-n2OAeBrJkpJa8cIaJonXAbYFhCdULbcrKigWQ-ONHi6HQOke987ka8mBwJjBQqwQsevtmkeE9rGtaGBjao3lpvSWxBFPyL0pMwJOOXOrDo0wx1_3fI8hqD1LNez/s1600/REVISTA+MA.bmp"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 100px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbI_kY67kLqxLOxjOw-n2OAeBrJkpJa8cIaJonXAbYFhCdULbcrKigWQ-ONHi6HQOke987ka8mBwJjBQqwQsevtmkeE9rGtaGBjao3lpvSWxBFPyL0pMwJOOXOrDo0wx1_3fI8hqD1LNez/s400/REVISTA+MA.bmp" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409535867297231474" /></a><br /><br /><br />http://www.ediciona.com/portafolio/document/3/1/8/7/entrevista_revista_ma_7813.pdfGriseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-71731505575101888772009-11-25T23:41:00.000-08:002009-11-25T23:45:09.943-08:00MUNDOS, SUBMUNDOS, ETIQUETAS.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIKnH2JOjMONTu5C-lQbl9UC7PfEQ3DTd3GFRO2CIlbcthpP1jm5m93qDHuqOMNDh6CY-nvT5hYb5woTItd4eFAIJJCsqAJygDuk-YZtwhmFqvDxfiOQ8RzOUeOHEw8edZYpYyphQDRPVY/s1600/MUNDOS.bmp"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 146px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIKnH2JOjMONTu5C-lQbl9UC7PfEQ3DTd3GFRO2CIlbcthpP1jm5m93qDHuqOMNDh6CY-nvT5hYb5woTItd4eFAIJJCsqAJygDuk-YZtwhmFqvDxfiOQ8RzOUeOHEw8edZYpYyphQDRPVY/s400/MUNDOS.bmp" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5408315145090372610" /></a><br /><br /><br />Hay momentos especiales, como hoy, como ahora, en que las ideas parecen estar condimentadas con una especie caprichosa, alucinógena, que te hace ver la realidad desde la distancia, y desde este lugar privilegiado, siendo protagonista y espectador, la comprensión se vuelve lúcida.<br /><br />En un mundo abotargado, donde salirse de la raya es una anomalía, donde la nota discordante es castigada, donde los colores, los mares, los pensamientos y las maneras de ser estar están etiquetadas, ser diferente es patológico, ser especial, escandaloso.<br /><br />Existe un submundo al que pertenezco, que se catalogó en un tiempo como duro, pasó a ser denominado antisistema y hoy, se nos define como raritos. Chicos, parece ser que mejoramos, subimos escalones ante los jueces, pensantes del sistema ordenado, moduladores de la mediania, vigilantes de lo cotidiano. y ¿Sabeis que pienso?que somos diferentes, somos simplemente nosotros, quizás somos geniales y, por ello, les damos miedo, por ello no nos entienden, y por ello, hemos de seguir con lo peculiar, con lo discordante... para que entre un atisbo de luz en las niebla que envuelve su existencia.<br /><br />Deseo que nunca me abandone ese deseo de explorar lo prohibido, los secretos guardados bajo la llave del oscurantismo, que nunca me abandone el miedo a perder la razón, la razón mediocre y gris que ha llevado al ser humano a la tontería, al absurdo, a la uniformidad establecida.<br /><br />Seguiremos siendo raritos para los seres alfa, beta, lamba,o cualquier grado de carrera otorgada, porque todos nosotros pertenecemos a un submundo que no saben etiquetar, que no pueden valorar... aunque piensen lo contrario.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-45351911850525052392009-11-23T10:07:00.000-08:002009-11-23T10:09:58.082-08:00La compostura se quedó en casa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWUZhnaIH3bksTqQa7ExoCkzwmNSxTjIaHNRSUV7IGWvZCEXP-RSoSXpn5g8zfFJDPmyRtof6GaYqiezBGoakP0PxMGUoKmOJx9Ee_s-3izwElaOXwE1xxCU6n4_XtvOCPaWhvlizHG8mq/s1600/zapatillas+rosas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 130px; height: 98px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWUZhnaIH3bksTqQa7ExoCkzwmNSxTjIaHNRSUV7IGWvZCEXP-RSoSXpn5g8zfFJDPmyRtof6GaYqiezBGoakP0PxMGUoKmOJx9Ee_s-3izwElaOXwE1xxCU6n4_XtvOCPaWhvlizHG8mq/s400/zapatillas+rosas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407362814347763506" /></a><br /><br /><br /><br /> Maquillaje perfecto. Dientes blancos destellantes. Zapatos, bolso y cinturón, siempre del mismo color. Voz contenida que a menudo se intercala con risas de soprano o de gallina feliz como si acabara de poner un enorme huevo, envidia del gallinero que se contagia con la alegría y estalla en un coro de carcajadas cuando Carla inicia sus risotadas explosivas.<br /> Es la imagen del equilibrio. Nunca la he visto perder esa compostura que parece ser, la otra tarde se quedó en casa, sin darle tiempo ni a ponerse unos zapatos.<br /><br /> Las niñas tenían fiebre y la más pequeña unas placas de pus rebeldes al antibiótico que no hacía efecto por ser vomitado solo al contactar con su pequeño cuello. “Llamaré a la enfermera del piso de arriba, que le ponga un antibiótico pinchado y asunto solucionado”, pensó la madre, y el pequeño glúteo de la niña, fue enseguida traspasado por la aguja que le proporcionaría el tratamiento redentor.<br /> Salía la enfermera curadora por la puerta cuando se escucharon gritos de la abuela. Carla, en bata de color rosa, zapatillas del mismo color y el pelo recogido con unos pasadores cobrizos, se dirige como un corredor de fondo hacia la salita, escenario de donde parten los chillidos.<br /><br /> La niña parecía una muñeca desarticulada. Los ojos en blanco, cuerpo inerte. “Mi niña, ni niña, que se muere”, gritó Carla, estirándose del pelo y como madre decidida, salió corriendo a la calle.<br /><br /> En bata y zapatillas, sin pasadores en el pelo que se cayeron con el disgusto y gritando: “mi niña se muere”, recorrió las calles que separaban su dúplex del centro de urgencias.<br /> Atravesó como un torpedo la plaza Cataluña y lo más curioso, sin perder las zapatillas que no eran ergonómicas y no tenían sujeción en el tobillo. Tres niños que estaban cambiando cromos de la liga de fútbol, la vieron cruzar la plaza. Abrieron los ojos extrañados, pero siguieron a lo suyo.<br /><br /> Llegó al centro coordinador, abrió las puertas de cristal. Se apoyó en la pared tan solo un segundo, para tomar aire y convertirlo en un potente grito: “Mi hija, mi pequeña se muere. Un médico”.<br /> Dos doctoras salieron corriendo de sus consultas. La administrativa casi salta del mostrador. Una enfermera ya estaba preparada con el instrumento de resucitar.<br /> —Tranquila señora. ¿Y la niña?<br /> Carla se da cuenta de que la niña se había quedado en casa.<br /><br /> Inicia una nueva carrera. Esta vez a la inversa. Cruza la Vía de San Ildefonso. Llega a plaza Cataluña. Vuelve a pasar delante de los tres niños que están sentados en un banco y escucha una voz que le dice: “señora la niña está con sus padres. La están buscando”<br /> Carla no pierde el tiempo en agradecer la información. La vida a veces depende de segundos y ella, ha perdido muchos. Se dirige a casa sin perder el ritmo de la maratón, conteniendo el aire.<br /><br /> Sube las escaleras y llega a la vivienda. No hay nadie.<br /> Se tira en el sofá llorando desconsolada. <br /><br /> En unos minutos, escucha el sonido de las llaves abriendo la puerta. El miedo le impide abrir los ojos. Su vida no tiene sentido tras la pérdida de un hijo. <br /> Oye las voces de la abuela, del abuelo y de su hija mayor… y risas. Escucha risas.<br /><br /> Levanta el rostro que tiene chafado contra el almohadón a cuadritos que hay en el sofá y con lo ojos teñidos de negro por el rimel escampado, observa a su niña pequeña que sonríe. <br /> En brazos de la abuela y distraída con un sonajero que hace girar, balbucea: “ma, ma, ma”.<br /> —Unos niños que estaban en la plaza nos han avisado que corrías para casa. —le dice la abuela.<br /><br /> Carla, catatónica, desmelenada, sin pasadores, sin zapatillas ergonómicas que ha perdido en la carrera de vuelta, reacciona y recupera la serenidad. Toma a la niña entre sus brazos, le besa a cara y se la deja emborronada con los restos del rimel.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-36568006339537479272008-12-23T13:24:00.000-08:002008-12-23T13:27:25.537-08:002009, Os deseo lo mejor<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTaKb1GNHQF3TvUEW4LHZq90iTz6-RmsUWKlduIaDpjUdKVOKflkojW4PJGrq8HcnDoEe62P-y0fcsVVnmQb4VmcCNSktciC_aNOLBt9-ypSYouNzgFlQb2oyVjobOaVmJJFicX_CnOV6-/s1600-h/angel.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 120px; height: 160px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTaKb1GNHQF3TvUEW4LHZq90iTz6-RmsUWKlduIaDpjUdKVOKflkojW4PJGrq8HcnDoEe62P-y0fcsVVnmQb4VmcCNSktciC_aNOLBt9-ypSYouNzgFlQb2oyVjobOaVmJJFicX_CnOV6-/s400/angel.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5283100164590580722" /></a> <br /><br /><br /> Sueños por los que luchar, esperanzas amalgamadas con dudas que volverán a quedar sin respuesta, días y noches que de forma cíclica se empeñarán en hacernos creer que nada vale la pena, pero...<br /><br />Un nuevo año en forma de promesa, se presenta como el mejor regalo de una vida que a pesar de todo, de las injusticias, del llanto de los desfavorecidos, de la intolerancia, del abuso del poder, sigue fluyendo y nos regala este aliciente que desnudo, tierno y lleno de positividad, nos invita a continuar en un mundo que permanece, que nos pertenece y donde todo puede ser posible... <br /><br />Os deseo lo mejor: que no nos quedemos sin sueños.<br /><br /><br />GRISELDA MARTÍN CARPENA<br />2008-2009Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-33703809094284189112008-11-22T10:00:00.000-08:002008-11-22T10:10:35.423-08:00AUNG SAN SUU KYI<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiZjglMmk2WavewGgfZ0cQEXLdg59U9qwGZm0JYkADn8Lx40cpGSjahMhwM8TO2aoNXU-6jkT0EXv0vHrz4j037pHMchmZI8a7lrQJ42MGMHZvdOQ4htuqA6MYoIM4-Te-FH3cAYXjlrMW/s1600-h/A7VAZFZCACFO95FCAJ1NGU3CAEVSMCTCA24IV30CA5V15T0CA4QWRC8CARFMB2UCA11P3K9CAFGEU02CA4JXK9FCABBATOOCA3RCLQPCA5ED389CARUE5JCCAXL3AJQCAKE3Y2ZCA1L8OYRCA6AHI3X.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 78px; height: 116px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiZjglMmk2WavewGgfZ0cQEXLdg59U9qwGZm0JYkADn8Lx40cpGSjahMhwM8TO2aoNXU-6jkT0EXv0vHrz4j037pHMchmZI8a7lrQJ42MGMHZvdOQ4htuqA6MYoIM4-Te-FH3cAYXjlrMW/s400/A7VAZFZCACFO95FCAJ1NGU3CAEVSMCTCA24IV30CA5V15T0CA4QWRC8CARFMB2UCA11P3K9CAFGEU02CA4JXK9FCABBATOOCA3RCLQPCA5ED389CARUE5JCCAXL3AJQCAKE3Y2ZCA1L8OYRCA6AHI3X.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5271544417782545826" /></a><br /><br />La demència consisteix en anar oblidant primer el present, després desapareix el passat, fins que tu mateix, acabes sent un desconegut.<br /> <br />Els nostres dirigents (alguns) volen recuperar la memòria històrica, fet essencial per a no oblidar-nos del que vam ser, dels nostres orígens, però, em pregunto: què passa amb la memòria recent?<br /> <br />Per què es veuen fotos a la premsa dels nostres polítics, donant la ma a dictadors, per exemple de la Xina?<br /><br />Per què tenim tractes comercials amb els governants de Birmània, que estan matant a una població que només demana democràcia, autonomia?<br /><br />Em sembla que la nostra societat, pateix de greus símptomes de demència. Penso que sense oblidar l’origen, no hem de perdre el sentit del PRESENT...<br /><br />Vull donar el meu recolzament a Aung San Suu Kyi, premi nobel de la Paz, que viu a Londres, tancada a un pis, per protegir-se d'amenaces de mort per dictadors Birmans, amb qui Espanya manté tractes comercials.<br /><br />Suu Kyi, tan sols demana democracia i autonomia al seu pais.<br />¿Sabeu que vol dir això?Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-63127099309741444852008-05-02T13:30:00.000-07:002008-05-23T06:19:46.201-07:00Freya... sólo un perro<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghsUtiUO7S5kwJfp3EiObsioxT9oCygZrHEyEnGZhBB3V3ajGM47GqmfwaieRn1ZDdqwXJTZmjy-VdXcNKmf1nIKF1mtgZXsTdns-p5Fw7B7Yk5Q0aSlQH-dTwyJnQYcIFJMJAGTbSrYBJ/s1600-h/Freya.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghsUtiUO7S5kwJfp3EiObsioxT9oCygZrHEyEnGZhBB3V3ajGM47GqmfwaieRn1ZDdqwXJTZmjy-VdXcNKmf1nIKF1mtgZXsTdns-p5Fw7B7Yk5Q0aSlQH-dTwyJnQYcIFJMJAGTbSrYBJ/s320/Freya.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5203561954309525426" /></a><br /><br /> Si llego a casa, ella no está para recibirme. Cuando marcho no tengo a quien acariciar. Me falta su respiración por la noche, a los pies de la cama. No siento su caminar por el parket. Ya no percibo su olor…Siento un vacío doloroso desde que Freya murió y algunos me dicen… ¡solo era un perro!<br /><br /> Es cierto, solo era un perro y es cierto que solo un perro, te sigue queriendo a pesar de conocerte. Solo un perro te demuestra un amor incondicional, una lealtad y una entrega, que pocos seres humanos son capaces ni de imaginar.<br /><br /> Groucho Marx dijo que cuanto más conocía a los hombres, más quería a su perro. Después de convivir trece años con Freya y después de perderla, he aprendido una lección que en ningún aula me han enseñado. Me he dado cuenta de que soy un aprendiz en lealtad, en fidelidad, soy un aprendiz en saber amar sin esperar recompensa, soy un aprendiz en saber respetar, en saber perdonar…<br /><br /> Nunca olvidaré a Freya, una preciosa hembra de pastor alemán que compartió su vida con mi familia y ha sido un miembro importante de ella. Ha sido un ser inteligente, afectuoso e irremplazable. Soy una agnóstica convencida pero en estos momentos de tristeza en que es muy duro aceptar…”El nunca más”, me gustaría creer que existe un lugar después de esta vida y si fuera verdad, estoy convencida que ella estará allí, en un lugar privilegiado, esperándome.<br /><br /> Freya…te quiero.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-87544760228490520242008-05-02T13:13:00.000-07:002008-05-02T13:28:22.175-07:00A una buena amiga<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcPORBg-G5jrfjmQ5drooXlLz87nTDsJi93WNqHs7KMvBa8mB3BpKbCbw4aW3hQ2fcU-swiVtlMgNNiyouWR7n_b201i5-39sbPAXKwXfmFXzhZABkGafgVXxzUnEiCaEpBw1vHSY0VQoz/s1600-h/681PT3CADJAU1YCA32U2HGCABE13P9CA6WZNLICALPUTRECAMYAAH7CA6DR3IXCA26DVK0CA43J11BCA1SSZ05CAPOM7BVCAS87MI7CA4AFE2ACA5YU679CAWZR05PCAY2O670CACUZ4UHCAKVVYJ7.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcPORBg-G5jrfjmQ5drooXlLz87nTDsJi93WNqHs7KMvBa8mB3BpKbCbw4aW3hQ2fcU-swiVtlMgNNiyouWR7n_b201i5-39sbPAXKwXfmFXzhZABkGafgVXxzUnEiCaEpBw1vHSY0VQoz/s200/681PT3CADJAU1YCA32U2HGCABE13P9CA6WZNLICALPUTRECAMYAAH7CA6DR3IXCA26DVK0CA43J11BCA1SSZ05CAPOM7BVCAS87MI7CA4AFE2ACA5YU679CAWZR05PCAY2O670CACUZ4UHCAKVVYJ7.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195879281161810482" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmP7larBDmxg2HXt_RszqIFfUjkjv9fMa05u7EPq5R3rJ3Ztn-M1U3yeuObJiMtOLQW27fdpdFcj87r2NQsJx_OPOP-FzFZs2K-irBPo0oocuvBWQM3B0E1tMDY1FjPGiIo67E-YY3Rv5O/s1600-h/invierno.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmP7larBDmxg2HXt_RszqIFfUjkjv9fMa05u7EPq5R3rJ3Ztn-M1U3yeuObJiMtOLQW27fdpdFcj87r2NQsJx_OPOP-FzFZs2K-irBPo0oocuvBWQM3B0E1tMDY1FjPGiIo67E-YY3Rv5O/s200/invierno.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195878632621748770" /></a><br />EN UN LUGAR ESPECIAL<br /><br />Trabajamos atendiendo a seres humanos con quejas, con dolores. Intentamos dar respuesta a problemas que a menudo no tienen solución, pero en medio de esta tristeza, de esta realidad aplastante a veces ocurren cosas fantásticas, a veces conectas con gente especial con la que puedes recorrer parte de tu camino y tú Encarna has sido una persona muy especial.<br /><br />Quisiera creer en un lugar que existe más allá de la realidad, en los confines del sueño. Es un lugar donde todo es posible y no tiene cabida ni el dolor, ni la tristeza, ni el adiós. Es un lugar donde nace el material para crear los cuentos, las novelas. Es un lugar donde nace la idea del amor, donde se forjan las ilusiones, y en este lugar es donde viven las hadas.<br /><br />Me gustan las hadas porque son especiales, porque son etéreas, enigmáticas y porque te acompañan para encontrar el camino que te conduce a ese lugar especial. Quisiera que conserves esta pequeña hada y nunca te olvides que al igual que ella, tú estarás siempre presente en ese mundo que nunca muere, en ese mundo particular donde todo es posible y donde no existe el adiós.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-54590450565473771072008-05-02T13:06:00.000-07:002008-05-23T06:26:19.495-07:00Miriam<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9OIa0xx763wo5XJCdDuaNBGPrOMn3mF5EJ9gXHW9vyzlk-6fAW6wnSwVskfOE_y6623pvEzHfZWAzIPd4C5NyHKSD1n-Mi615UnG1HWDBtNVfEL6NHRg7Zfxr5FnHm5uMgl67skIR4slu/s1600-h/images%5B7%5D.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9OIa0xx763wo5XJCdDuaNBGPrOMn3mF5EJ9gXHW9vyzlk-6fAW6wnSwVskfOE_y6623pvEzHfZWAzIPd4C5NyHKSD1n-Mi615UnG1HWDBtNVfEL6NHRg7Zfxr5FnHm5uMgl67skIR4slu/s320/images%5B7%5D.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5203564054548533250" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEX7ktPKA7czwkszCXAbFIvjoeWnkZO972AFdTSn6toQDS9SZD3ZhmBIH8i0Gq04UwkreWEs_AYl6ZanRY0-T_CUqceWbhyphenhyphenMsYuRJoKhhFH8ArlpOKlgmHWgHF06KbWIFdXXCK4OYE6rxF/s1600-h/2ILTGTCAZW10S1CARARVGQCA2ZBQXGCAK37W1XCA526DZ9CAOD0Y74CAXDWUUFCAKE8342CACSPFARCA4O5LNBCAN4MEDKCAFEGYG1CA7EWLT2CAIX627XCATE4QO6CAN910TSCA7E22IHCA550B32.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEX7ktPKA7czwkszCXAbFIvjoeWnkZO972AFdTSn6toQDS9SZD3ZhmBIH8i0Gq04UwkreWEs_AYl6ZanRY0-T_CUqceWbhyphenhyphenMsYuRJoKhhFH8ArlpOKlgmHWgHF06KbWIFdXXCK4OYE6rxF/s200/2ILTGTCAZW10S1CARARVGQCA2ZBQXGCAK37W1XCA526DZ9CAOD0Y74CAXDWUUFCAKE8342CACSPFARCA4O5LNBCAN4MEDKCAFEGYG1CA7EWLT2CAIX627XCATE4QO6CAN910TSCA7E22IHCA550B32.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195875918202417682" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY6A4C-HeDZXUvS5N8xb1CIU5hNBMZTeSPvT0Bn-ikdCnGskjshvumfBuGoQlfaDxaTRReRwSDbql9CDlAj4UMGmx7MI5fPBeaBEAERxc-0kmACHA20RXHECQu1V6aOFiixV0e_f1BLbo7/s1600-h/images%5B6%5D.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY6A4C-HeDZXUvS5N8xb1CIU5hNBMZTeSPvT0Bn-ikdCnGskjshvumfBuGoQlfaDxaTRReRwSDbql9CDlAj4UMGmx7MI5fPBeaBEAERxc-0kmACHA20RXHECQu1V6aOFiixV0e_f1BLbo7/s200/images%5B6%5D.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195875372741571074" /></a><br /><br /><br /><br /><br />30-06-1981<br /><br /><br />Te sentía vibrar en mi interior<br />Era algo extraño<br />Era algo nuevo<br />Era tu cuerpo dentro de mí.<br /><br />Mezcla de amor, dudas, vida<br />No sabía quién eras<br />Solo que ya te quería.<br /><br />Ansia de conocerte<br />Miedo al dolor<br />Miedo por ti, miedo por mí.<br /><br />Por fin llegó el día<br />Momento de separación<br />Principio de tu existencia<br />Nervios, tristeza, alegría.<br /><br />Sentí tu llanto<br />Tenías un rostro, un nombre<br />Un hada rubia, sonrosada<br />Fruto de mis entrañas.<br /><br />Ya no me pertenecías<br />Te acuné entre mis brazos<br />Y supe que te sentiría siempre<br />Supe que te amaría siempre<br />Como si aún vibraras <br />Dentro de mí.Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-33751851620525381612008-04-23T01:13:00.000-07:002008-05-09T15:26:37.675-07:00Girando en la rotonda<div align="justify"> RELATO FINALISTA CONCURSO SAN JOAN DESPI. 2008</div><div align="justify">Entrega de premios, 25-4-2008 en biblioteca Miquel Martí i Pol</div><div align="justify"> </div><div align="justify"><br /><strong><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8E5TOGKkdCpI4ATBI-l57yvWtraLWs1NMWQPsxX3k8rzJhx3Z9ROoVWjmK9dyrNpS03_koYT_V7n9n1d4IxnvKwWzhwvetvyyIU3ilMMcFlyLaHBREXOpuD-PYbX74J9PKQZJfiVGO5m2/s1600-h/fotos%2520002.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8E5TOGKkdCpI4ATBI-l57yvWtraLWs1NMWQPsxX3k8rzJhx3Z9ROoVWjmK9dyrNpS03_koYT_V7n9n1d4IxnvKwWzhwvetvyyIU3ilMMcFlyLaHBREXOpuD-PYbX74J9PKQZJfiVGO5m2/s200/fotos%2520002.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195873001919623666" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIsYhJOB3ckF-UOWErMUv3-N1WE1DTOxx8kOKAOlobTq4c42RHGOGTprqG2QF7y-1rNauqATHf1Sxjpto14IGusC-vu2jtYbOoVsBIJn9hlYI9JtH7vYh4MR2ohEI6Z6r9u_sDl5EUFy2q/s1600-h/fotos%2520003.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIsYhJOB3ckF-UOWErMUv3-N1WE1DTOxx8kOKAOlobTq4c42RHGOGTprqG2QF7y-1rNauqATHf1Sxjpto14IGusC-vu2jtYbOoVsBIJn9hlYI9JtH7vYh4MR2ohEI6Z6r9u_sDl5EUFy2q/s200/fotos%2520003.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5195499447139053986" /></a><br /><br />Celebrando el premio con mis compañeros de ambulata y críticos literarios particulares.<br />Foto superior: Carles Porta, periodista y escritor (tor, tretze cases i tres morts)<br />Foto inferior: Rosa U.,Encarna,yo misma, Felip, Rosa S.<br />Fotógrafa: Montse<br /><br /><br />ELLA<br /></strong><br /> Llueve intensamente, pero a ella no le importa. Le gustan los días lluviosos, grises, que últimamente sintonizan con su estado de ánimo. Al volante de su coche, dirección al trabajo, mientras observa la matrícula del SEAT que la precede, le invade una sensación: todo es una gran mentira. </div><div align="justify"><br />A punto de entrar en la rotonda, mira atenta a su izquierda, es uno de los puntos negros del trayecto de todos los días. Cuando dejas el camino recto y has de elegir otra dirección, los conductores se vuelven locos, no respetan las normas, algunos dudan, puedes esperar cualquier reacción incongruente. Tras unos segundos de tensión, entra en el circulo que distribuye las direcciones, ahora, solo es cuestión de escoger la salida y volver a la tranquilidad.</div><div align="justify"><br />Le levanta con cara de malas pulgas, el dedo anular de la mano derecha, al odioso conductor que no la deja cambiar de carril, lleva un buen rato pidiéndole paso con el intermitente y el muy gilipollas casi la obliga a salir de la autopista por no aminorar un poco la marcha. ¡Son malos!<br />Consigue salir por la dirección correcta, ha solventado una de las dificultades de todos los días, solo le queda una rotonda para llegar al instituto, respira tranquila, pero una asociación de ideas le da vueltas en la cabeza, como una noria que gira sin cesar.<br />La rotonda y su vida, la rotonda y su vida.<br /><br />Cuando tiene el volante del coche en las manos, entra en una especie de catarsis que la ayuda a centrar los pensamientos. Su cuerpo, sus reflejos y su mirada, están pendientes de la carretera, pero al mismo tiempo, la mente se libera y puede pensar con tranquilidad. <br />Hace tiempo, no sabría decir cuanto, se siente como si estuviera girando de forma infinita en una absurda rotonda, absurda y aburrida. Se abren ante ella, varias direcciones, pero no se decide por ninguna. Se preocupa por pequeñeces, los problemas de los demás, la están desbordando. Nota la mente disgregada, se siente mal y realmente no sabe porque. ¿Hay algo tan importante para que todo deje de ser importarte?<br /> Debe encontrar la salida y dejar de girar sin sentido en el círculo de sus pensamientos.<br />Debe salir de la rotonda de su vida.<br />.<br /> Se pone el semáforo en verde y arranca de nuevo. Deja que las ideas fluyan sin control y piensa en el trabajo. ¿Por qué no pide el traslado para el instituto del barrio? Sería más cómodo, ahorraría tiempo y dinero pero por otro lado, su mundo se reduciría. Trabajando lejos de casa, es como vivir en dos mundos distintos, separados por tres cuartos de hora de carretera. El tiempo que dura el desplazamiento se convierte en un periodo de recogimiento, cuarenta y cinco minutos de ver pasar la vida tras los cristales de su pequeño coche, donde se encuentra consigo misma. Uno de los pocos momentos que son realmente suyos.<br />¡El instituto! ¿Quién la mandó a ella dedicarse a la enseñanza? Se ha transformado en la mujer que soñaba cuando era adolescente, todos sus sueños se han convertido en realidad, pero está viviendo los sueños de aquella niña, no los de la mujer.</div><div align="justify"><br />Los adolescentes, niños que se quieren disfrazar de adultos, que rechazan a sus mayores y cometen sus mismas faltas, la esperan un día más. Se esforzará en hablarles de civilizaciones antiguas, les pasará diapositivas de esculturas, de iglesias que han permanecido a través de los siglos, de cuadros que esconden secretos, pero ellos, en cuanto se dé la vuelta, lanzarán papelitos por el aire o quedarán para el fin de semana. ¿Ella tiene que educarlos? ¿Y a los padres quién los educa, en la obligación que tienen sobre sus hijos?<br /> ¿Qué haría si dejara la enseñanza? Nunca ha hecho otra cosa, no sabe hacer otra cosa. Lo dejaría todo y volvería a empezar, volvería a tener sueños, seguro que le vendrían nuevas ilusiones. ¡En la vida hay tantos caminos para explorar!<br />Tiene que decidirse y no darle vueltas a todos sus pensamientos.<br /><br />Llega a la próxima rotonda. Se pone el semáforo en rojo, pasan los coches que enfilan la Diagonal, cruzando la vía del tranvía. Se pondrá verde y seguro que alguno se quedará en medio. ¡Cada día lo mismo! Sale disparada en cuanto cambia el semáforo, quiere evitar el tapón, que día tras día, y coches diferentes, fabrican de nuevo como un bucle infinito. El tapón entorpece el tráfico y los coches se quedan en los cruces dando origen a un concierto de cláxones de diferentes tonos, música demoníaca, a la que muchos son aficionados. Quieren tener los coches más grandes y hacen sonar la música infernal, porque seguramente, solo al volante de sus coches, se sienten importantes. Realmente su pensamiento es otro, pero lo obviaré.<br />Consigue tomar la carretera de Esplugas y llega al instituto puntual, como siempre. Aunque como siempre, hoy también llega acelerada. Es un clon convertido en persona, es un clon del conejo blanco de Alicia que con el reloj colgado del cuello, corre ansioso porque llegará tarde.<br /><br /> Acaba las clases. Hoy tenía tutoría con un alumno conflictivo y esperando a los padres que no se han presentado, se le ha hecho tarde.<br />Sigue lloviendo.<br />Sube de nuevo al coche para volver a casa. Hoy es su aniversario de boda y su marido le ha prometido una sorpresa. El restaurante por lo pronto es el mismo de todos los años, no se imagina en que debe consistir la sorpresa. Durante diez años siempre han celebrado el día de su aniversario en el mismo local, siempre han cenado lo mismo e incluso el camarero es el mismo, no ha cambiado ni de aspecto. </div><div align="justify"><br />Se hará una limpieza de cutis y registrará el armario porque no sabe que diablos se pondrá, tiene que renovar el vestuario. Llegará tarde. Respira hondo, se tiene que serenar. Hoy ha decidido que será un nuevo capítulo del libro de su vida.</div><div align="justify"><br /> Deja que su mente hipnotizada por la lluvia y por la carretera, siga volando, independiente a su cuerpo, independiente al tiempo y al espacio. Suena la música y parece que el limpia lleve el compás. Recuerda el día en que lo conoció. Lo primero que la enganchó de aquel hombre fue su mirada, una mirada misteriosa, una mirada inteligente. En su vida todo transcurría muy rápido pero con aquel hombre, parecía que el tiempo se detuviera. Se dejó llevar por un magnetismo invisible, por una atracción intensa que nunca había sentido al lado de ningún ser vivo.<br />En menos de un año vivían juntos. </div><div align="justify"> <br />Últimamente su convivencia no era lo que se podría decir ideal, habían caído en una rutina, sus vidas eran como un calendario escolar, con casillas fijas, sin tiempo para el placer de la aventura. Los días transcurrían por un sendero monótono, donde la única irregularidad era ella, ella y sus cambios de humor. Su carácter volcánico, chocaba con el talante relajado de él. Los castillos que construía en el aire, se deshacían en mil fragmentos cuando cruzaba el portal de su vivienda y se encontraba con la realidad: niños que cuidar, cenas para preparar, ropa que planchar, llamadas telefónicas que expresaban las quejas de unos padres que no saben envejecer. Ella se desesperaba, él, estudiaba tranquilo en el despacho.<br />Esta noche hablarán claro, esta noche lo arreglarán. Quizás ese es el problema, la falta de comunicación.<br />En el restaurante de todos los años, cenando lo mismo de siempre y atendida por el camarero que nunca envejece, conseguirá vaciarse de los demonios que la corroen. Él la entiende, sabe escucharla como nadie. Seguro que a partir de esta noche, podrá salir de la absurda rotonda y tomar una de las direcciones. Son jóvenes y siempre hay tiempo para reconducir la vida.<br />Gira el volante con una sonrisa.<br /><br /><br />EL<br /><br /> Un domicilio a última hora, ¡y hoy precisamente! Ella siempre es muy puntual, y esta noche quiere ser él, quien la espere en el restaurante. Recoge el despacho, guarda las recetas bajo llave, desconecta el ordenador y le pregunta a su compañero, si puede sustituirle.<br />Antes de ir a casa, se va a hacer la visita domiciliaria que tiene pendiente. Ha llamado antes al paciente por teléfono para tantear el diagnóstico y valorar la gravedad del problema. Parecía un cuadro más de virasis. El paciente que es joven, bien podía venir al ambulatorio y no obligarlo a ir a su casa, pero hoy no tiene ganas de discutir. Si no visita a este paciente y lo tranquiliza, se pasará el fin de semana llamando a los de urgencias. Y lo peor, sería que esta vez fuera algo más grave que un catarro y haya consecuencias. Es una mierda, tener que estar siempre con la amenaza de la denuncia, de la negligencia… Sería fantástico que hubiera algo más de confianza entre médico y paciente.</div><div align="justify"><br />Tarda un cuarto de hora en encontrar aparcamiento y después de subir hasta el ático, por supuesto sin ascensor, se encuentra con el paciente que por teléfono decía estar muriendo. Después de escucharlo y explorarlo, le diagnóstica un simple catarro. Intenta no enfadarse y actuar como un profesional, pero después de visitar más de cuarenta pacientes, luchar contra el tiempo, intentar mantener una sonrisa cada vez que abre la puerta, acomodar el cerebro una y otra vez para escuchar problemas distintos, ser eficaz, y con el poco tiempo que dispone para cada visita; a estas horas del día está realmente agotado. Siente la cabeza hueca, como si los problemas de los cuarenta y tantos, le estuvieran parasitando las neuronas. Y para `postres el catarro. Cuando un paciente lo llama a casa, en teoría es porque se encuentra tan mal que no puede acudir al ambulatorio y espera encontrar al menos una buena neumonía y no un resfriado vulgar.</div><div align="justify"><br />Vuelve al coche empapado e intentando luchar contra su enfado. El paciente quería antibióticos para su catarro, ha intentado explicarle que el antibiótico es ineficaz para un virus, incluso es nocivo porque baja las defensas, y el rollo de siempre: que cuando le haga falta de verdad no le hará efecto, las resistencias y todo lo demás, pero fue un monólogo, seguro que mañana, llamará al medico de guardia y no parará hasta que otro galeno le recete el antibiótico deseado. Punto muerto, piensa. Hoy es viernes y los problemas igual que la bata blanca, se quedan en el perchero del despacho.</div><div align="justify"><br />Está cayendo un diluvio, pero ya no tiene tiempo de ir a casa. Enfila la ronda y se dirige directamente al restaurante, deseando poder llegar antes que ella, al menos por esta vez.<br />Hoy la va a sorprender, en el maletín guarda dos billetes para ese viaje del que tanto han hablado, se irán por fin a Egipto y los dos solos. Ha quedado de acuerdo con la suegra, para que se encargue de los niños, haciéndole prometer algo bastante difícil: que calle.</div><div align="justify"><br />Tras diez años de casados, conoce casi más detalles de Egipto que de Barcelona. Cuando ella estudiaba la carrera, tenía la costumbre de hacerlo en voz alta y lo martilleaba con los temas del próximo examen. Egipto era el preferido, por ello había estudiado historia del arte y quería hacer ese viaje cuando acabara la carrera. Acabó la carrera pero el viaje se pospuso. Nacieron los niños, los apuros económicos, pero el mayor impedimento era el hecho de que le costaba mucho separarse de sus hijos, parecía que seguía con el cordón umbilical muy atado a sus retoños. Se deprimía cuando los niños no estaban cerca, y se agobiaba cuando los tenia encima, pero así era, y por eso la quería. La quería más que el primer día. Sentía admiración por su mujer, admiraba la fuerza que tenía para encararse con todo. Cuando parecía que tocaba fondo, surgía como un ave fénix de sus cenizas. Vitalista, vivía todo intensamente y para él, era como una vitamina. Su mujer era como el mar, una ola que arrastraba con ella trozos de vida. Era como la espuma que se desintegra en la playa, alegre, cambiante, explosiva. Necesitaba bucear en aquel azul abismo para sentirse vivo.<br /><br /> Cuando piensa en ella, una sonrisa adorna sus labios. Se conocieron en un metro, en el trasbordo de Diagonal y tenía aquel momento tan claro como el primer día. Todo el gentío que corría por los andenes se difuminó, hasta convertirse en fantasmas invisibles y en un primer plano, apareció una joven desencajada a punto de llorar. Se le había caído la carpeta al suelo y todos sus apuntes se habían desperdigado por el arcén. Se quedó un rato mirándola. Aquella chica estaba montando una escena única, que desdibujaba el entorno de gente gris que corría por su lado, gente gris que sólo miraba hacia delante, gente gris que contrastaba con su luminosidad. Estaba arrodillada en el suelo, recogiendo folios dispersos y con el cabello tapándole la cara. Tras unos segundos de contemplación corrió a ayudarla, cruzaron las miradas y desde aquel primer momento se dio cuenta solo con mirarla que era la mujer de su vida, la mujer que siempre había soñado, y ahora por fin, la tenía delante de él.</div><div align="justify"><br /> Con el paso del tiempo seguía enamorado y realmente la quería más. Era un complemento a su carácter quizás demasiado relajado. Junto a ella no tenía espacio el aburrimiento, pero la relación estaba encallada en un punto muerto. Su vida en común se había convertido en un pantano. Ella siempre irritable, se consumía por la impaciencia, y él no sabía ayudarla. Se pasaba el día escuchando problemas de los demás y no sabía como resolver los suyos. Quizás no quería verlos, también era consciente que no desconectaba de su faena, debía seguir estudiando al llegar a casa, siempre surgían dudas en la consulta que debía repasar, luego estaban los niños, los achaques de los padres. Era como si el tiempo de ellos dos hubiera dejado de existir. Sus vidas transcurrían por caminos paralelos y ya era hora de buscar una intersección. Comprar los billetes para Egipto, había sido una de las mejores ideas que había tenido, esta noche sorprendería a su mujer.<br /> Siempre hay tiempo para rectificar.<br /><br /> Llega empapado al restaurante, y después de adecentarse en el lavabo, se sienta en la mesa reservada. Pide al camarero un martini blanco y coloca los billetes del viaje, junto al jarrón con dos rosas amarillas que hay en la mesa ¡Perfecto, ha llegado por una vez antes que ella!<br /><br /> La pareja de al lado ya esta tomando los postres, cuando se acerca el camarero, disimula mirando a otro sitio. Se retrasa más de una hora y es muy extraño en ella. Quizás se retrasa por la lluvia, quizás… Se está poniendo nervioso. No le ha contestado a las llamadas telefónicas. Cuando se siente del todo desesperado, el móvil empieza a sonar, será ella, piensa.<br /> Una voz desconocida y grave le habla de la lluvia, le dice algo de un coche que ha perdido el control en una rotonda, un accidente. No puede escuchar más, sus músculos se agarrotan, el móvil se le cae de la mano.</div><div align="justify"><br />El policía sigue explicando una historia al vacío. </div><div align="justify"><br />Se vuelca el martini, el líquido transparente se derrama sobre las rosas amarillas y los billetes del soñado viaje a Egipto.<br /><br /> <br /><br /> <br /><br /><br /> <br /> <br /> </div>Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-26511297841058758882007-11-14T11:12:00.000-08:002009-11-23T10:12:25.403-08:00Mujeres en la sombra<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSLI6nrTGNw24GH9RKOGeQfzlCk1p0S-YtkXR8najTzz5kHejoDlexVYnYnIzw6f7Z40efRHaNgEqRUTyr4_1Xt-9G7_zKUdCCwtG-LRsFJH0q_l1yKJHG0ytmSgI6tqT3e6lWIuWWSmeC/s1600-h/4+columnas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSLI6nrTGNw24GH9RKOGeQfzlCk1p0S-YtkXR8najTzz5kHejoDlexVYnYnIzw6f7Z40efRHaNgEqRUTyr4_1Xt-9G7_zKUdCCwtG-LRsFJH0q_l1yKJHG0ytmSgI6tqT3e6lWIuWWSmeC/s200/4+columnas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199541985064478978" /></a><br /><div align="center">NOVELA POR PUBLICAR</div><div align="center">ASIENTO REGISTRAL 02/2004/3695</div><div align="center"></div><div align="center">SINOPSIS</div><div align="justify"><br /><br /> NOVELA PUBLICADA EL 9-7-2009 POR EDITORIAL COMANEGRA<br /><br /><br />Paula vuelve a Barcelona, su ciudad natal, después de un largo exilio. Conoce a Marina, una sobrina adolescente que la acompaña por una ciudad que había comenzado a olvidar. Le explica un sueño recurrente: Una estación, un tren que arranca. Paula corre ansiosa, necesita subir. Pero el tren marcha sin ella. Noche tras noche pierde el tren de sus sueños. La joven intuye el significado pero lo guarda para sí. No quiere herirla. </div><div align="justify"><br />El encuentro con Paula, despierta en Marina una incertidumbre: La vida esconde misterios, esconde historias. Existen otras realidades pero a veces están ocultas entre las sombras… </div><div align="justify"><br />Marina intenta narrar las historias que le contó su tía, pero no puede… Faltan los capítulos de su vida para acabar el ciclo. Pasan los años y sentada ante el portátil narra la historia de Paula, de su familia, de sus recuerdos. </div><div align="justify"><br />“Mujeres” son cien años en la vida de una familia que se instala en Barcelona, donde las mujeres son protagonistas que no quieren permanecer en la sombra. Paula y Marina vivirán dos guerras muy distintas: La guerra civil española y la guerra adolescente contra uno mismo. </div><div align="justify"><br />Paula seguirá soñando con el tren que siempre pierde. Marina consigue subir a un vagón… tiene billete de ida y vuelta.</div><a <br /><br />href="http://www.mujeresenlasombra.blogspot.com"></a>Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-68630841968283281052007-11-14T10:51:00.000-08:002007-11-20T00:35:48.130-08:00Detrás de la pantalla<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiotwfHzM68_7LHcg_mGhZw-lgH7E4HydEjYw1nPAYJomk38NRDq4rkw-Y3TwUTmMicZKi2WurnUciFgYnx9UfTPjj7nGje8JuhveXpKzFC1XQZ0HcKiEFBOKjT_-MXKJpfFuRasHs7v_hD/s1600-h/img003.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5134838365128216274" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiotwfHzM68_7LHcg_mGhZw-lgH7E4HydEjYw1nPAYJomk38NRDq4rkw-Y3TwUTmMicZKi2WurnUciFgYnx9UfTPjj7nGje8JuhveXpKzFC1XQZ0HcKiEFBOKjT_-MXKJpfFuRasHs7v_hD/s200/img003.jpg" border="0" /></a><br /><div align="center">RELATO PUBLICADO EN LA ANTOLOGIA "QUÉ ME ESTÁS CONTANDO"</div><br /><div align="center">EDITORIAL: HIJOS DEL HULE<br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="justify"><br />Eduard observa de forma compulsiva el reloj de diseño que hay en la pared. Dentro de una hora acabará este horrible turno de doce horas. Tiene ganas de huir del ambulatorio, dejar el uniforme en el cesto de la ropa sucia y salir a la calle para respirar.<br />Cuando llegue a casa, su mujer y sus hijos estarán durmiendo, lo prefiere así. No tendrá ganas de hablar y sobre todo no soportaría escuchar más quejas de nadie, menos de la familia. Se dará una ducha larga y caliente, luego se estirará en el sofá, hasta confundirse con él, y poder sentirse sólo un mueble.<br />Está a punto de desconectar el ordenador, cuando una voz lo arranca de forma cruel de su ensimismamiento.<br />–Chicos tenéis un aviso: Tráfico en Gran Vía con Rocafort. Dos politraumatizados y un exitus. ¡Daros marcha! Prepararos para lidiar con prensa y exceso de curiosos, los accidentados son gente del famoseo. Suerte.<br />La voz cantarina de Raquel, la administrativa, era lo último que deseaba oír; una guindilla para rematar aquel día: Infarto al alba. Cadáver a media mañana, descubierto por las sospechas de la vecina; ya que la abuela llevaba semanas sin bajar la basura. Psiquiátrico de ciento cincuenta kilos a la hora de comer; que con cuchillo en mano, amenazaba a todo bicho viviente que se movía. Pelea con navajazos para merendar, y acabando el turno un tráfico.<br />¿La gente no sabe divertirse de otra manera?<br />Llega al lugar del accidente y por suerte la policía se le ha adelantado. Han limpiado la escena, apartando fotógrafos y ciudadanos morbosos, que disfrutan llorando con las desgracias ajenas o viendo sudar a los obreros en los andamios.<br />Eduard see encuentra con un coche deportivo rojo hecho trizas: un montón de euros, convertido en chatarra. El conductor que llora de forma histérica, solo tiene rasguños sin importancia y una borrachera impresionante. Desde luego, interpreta mejor en la telenovela que emiten cada tarde por televisión; parece más natural detrás de la pantalla. Mientras le inyecta vitamina B y le da un ansiolítico, constata que es más bajito y delgado de lo que parece en la serie; será cierto que la tele engorda. Su compañera no volverá a rodar ningún otro capítulo: está fiambre. Los guionistas tendrán que estrujarse los sesos, pues la joven, cree recordar que era una de las protagonistas de la serie.<br />Los curiosos se multiplican como las setas. Una mujer llora y grita al público, como si ella fuera un personaje más del folletón de la tarde, informa a todos de que Agnes la hija del banquero está muerta. Un abuelo dice que la culpa es de Ramón, que conducía borracho. Escucha los comentarios sin dejar de trabajar y lamentándose de que la gente sea tan ignorante. ¿No saben discernir la realidad de la ficción?<br />Eduard ejecuta su trabajo de manera automática, con la eficacia que se obtiene después de años. Atiende al otro superviviente, también actor de la telenovela, y mientras le pone una vía, un collarín y lo intuba, sigue escuchando los comentarios del público, que están disfrutando como camellos con un capítulo en directo de la serie que lleva entrando en su casa, hace más de mil tardes.<br />La actriz para el forense, el conductor para la policía y el otro superviviente directo a cirugía del Clínico. Por fin se acaba el turno y Eduard se dirige feliz a casa.<br />Como suponía, encuentra su hogar envuelto en un silencio acogedor. Se estira en el ansiado sofá... pero no tiene sueño. Tampoco tiene ganas de leer. Piensa que será mejor dejarse hipnotizar por la caja tonta y no pensar en nada. Conecta con una cadena en la que emiten películas antiguas, en blanco y negro y se deja arrastrar por las imágenes, por la música de fondo.<br />Es un pastel de película, un dramón sin pies ni cabeza y Eduard sin saber porqué, empieza a llorar como un niño. Llora y moquea al compás de la protagonista, cuyo novio la ha dejado embarazada y está apunto de lanzarse al río Hudson.<br /><br /><br /><br />GRISELDA MARTÍN CARPENA</div>Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6133440214320497593.post-60922768957893166282007-11-14T10:26:00.000-08:002007-11-20T00:38:48.035-08:00Té con Blanca<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFmNOYnMbxZjZ3MzTA6ZgsEdibtqP3v2aAhduGZhwlFOlTtnga1CDLkjja9k2fW3TNw7G19IrVqfBk96IZxyIBNOCbWIVtUVuc1aDxk2wBoqJY8nI1SP5LaAQgT63GRg1DoBpcNndfs7pE/s1600-h/Diploma+te+con+Blanca.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5134839138222329570" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFmNOYnMbxZjZ3MzTA6ZgsEdibtqP3v2aAhduGZhwlFOlTtnga1CDLkjja9k2fW3TNw7G19IrVqfBk96IZxyIBNOCbWIVtUVuc1aDxk2wBoqJY8nI1SP5LaAQgT63GRg1DoBpcNndfs7pE/s200/Diploma+te+con+Blanca.jpg" border="0" /></a><br /><div align="center">FINALISTA EN EL 2º CONCURSO DE RELATOS DE S. JOAN D'ESPÍ</div><br /><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="justify">Apoyada sobre el hombro de su marido, Ágata se siente adormecer. ¡Han envejecido juntos! Mira hacia atrás y le parece que todo ha pasado demasiado rápido. Su vida ha sido intensa. Han disfrutado de una vida larga y a pesar de todo feliz…<br />El reloj de madera que hay enfrente del sofá, la arranca de la duermevela. Suenan cuatro campanadas y mira el objeto que durante tantos años ha marcado el ritmo cotidiano de su vida. Las manecillas del reloj giran sin cesar, giran sin saber porque, y mientras van describiendo esa circunferencia marcada por números fijos, pasan los días, pasa la vida de forma insolente, de forma descarada. Sin pedir permiso, el ayer se convierte en presente, se convierte en un momento fugaz, etéreo, y en un instante se transforma en pasado, formando parte de un recuerdo.<br />Deja de filosofar con el reloj. Se prepara para el ritual de cada tarde, aunque hoy sufrirá un pequeño cambio. No puede dejar de pensar en su marido, en la casa, en su decisión, y no dará marcha atrás... La casa igual que ellos, ha sido testigo del tiempo vivido: faltan piezas en el tejado y a las paredes no les iría nada mal, una mano de pintura; el jardín que siempre ha sido la envidia de los vecinos, se ha convertido en una selva descontrolada; las malas hierbas y las enredaderas han ganado la partida a las flores que en un pasado, lucían sus estudiados colores en inmaculados parterres; pero ahora ya no le importa… En aquella casa los únicos objetos que se conservan intactos y que incluso se han revalorizado, son un juego de té y el cuadro que desde la pared, ilumina todo el salón. Su sobrina Alicia se hará cargo de todo, restaurará la casa y nada habrá cambiado...<br /><br />Ágata nació en Londres y allí conoció a Luís, un pintor de otro país, de un país cálido, acariciado por el sol. Se enamoró del hombre, se enamoró de su obra y junto a él, cruzó el Atlántico. De Londres se llevó el recuerdo, se llevó unas costumbres que conservó durante toda su vida, y con ella viajó un juego de té que habían poseído todas las mujeres de la familia.<br />La joven pareja que iniciaba su vida con pocas cosas materiales y mucha ilusión, se instaló en una casa apartada de la ciudad. Era un caserón precioso y destartalado, envuelto por un jardín descuidado, con una fuente de piedra que custodiaban dos querubines. Ágata y Luís, viendo más allá del deterioro, imaginaron como quedaría aquella casa con su jardín cuidado, las paredes pintadas y ellos dos en el porche, sentados en sillones de mimbre y juntos… sin necesidad de hablar.<br />Luís se dedicó a lo que sabía hacer, que era también lo que le apasionaba: se dedicó a la pintura. Ágata construyó el paraíso que habían soñado en el jardín, controlaba la cuestión financiera y por las tardes sentada en el porche blanco, escribía relatos que quizás algún día enviaría a una editorial.<br />Dos años después de instalarse en su paraíso privado del Maresme, aumentó la familia. Tuvieron una niña de piel blanca y ojos azules como el mar protagonista de los oleos que llenaban la buhardilla. Juntos vieron crecer a Blanca, su única hija.<br />El tiempo convirtió a la niña en mujer, y marchó del hogar familiar. Estudió medicina en Barcelona. Blanca era inquieta y su ansia de aventura impidió que construyera como sus padres un nido donde reposar. La necesidad de ayudar a los más desfavorecidos, la llevó a países lejanos, donde decía a sus padres que podía ejercer su profesión en toda la esencia. Luís se preocupaba en voz alta, su mujer en silencio. Lo calmaba siempre con la misma frase: cada cual ha de recorrer su camino. Ella también se quería convencer.<br />Aunque Blanca estuviera lejos, su rostro y esencia eran parte de la casa. Su retrato colgaba de una pared del salón, encima de la chimenea y desde aquel lugar privilegiado sonreía a sus padres. Compartía con ellos cada tarde el ritual del té, ritual que Ágata mantenía de forma fiel.<br /><br />Son más de las cuatro. Ágata mira por la ventana y comprueba que el sol con su pereza habitual y cíclica, ha dado permiso a la entrada de la tarde. Consigue levantar sus pesados huesos del sofá y se dispone a sacar del aparador del salón, el juego de porcelana. Abre las puertas de cristal y con la tetera en la mano se siente más cerca de su infancia. Es como si pudiera viajar en el tiempo y recuerda a su madre, a sus hermanas. Vuelve a ser una niña peinada con largas trenzas y con la punta de la nariz manchada. Cada taza lleva el dibujo de una flor y cada hermana tenia la suya. Una de las tazas lleva dibujado un girasol, es su taza preferida y tuvo que imponerse a sus hermanas. Todas querían tomar el té con leche, en la taza que llevaba pintada la flor que asociaban al verano, al sol, a la luz. Pero Ágata ganó la batalla, por algo era la mayor. Se escribe regularmente con sus dos hermanas, pero la distancia es un abismo. Cuando te has convertido en una anciana, la distancia es una barrera infranqueable. Alicia la hija de su hermana pequeña, es la única persona de la familia que ve con regularidad. Vive en Barcelona y cuando sus viajes de trabajo se lo permiten, nunca pierde la oportunidad de visitar a los tíos.<br /><br />Ágata pone el agua a hervir y sonríe al recordar a Luís. Se burlaba de sus costumbres, eso sí, cuando era capaz de burlarse; cuando se enteraba de lo que hacían los demás, cuando se enteraba de que hacía él. Ella respondía siempre lo mismo: las costumbres son importantes, dan sentido a la vida, le dan personalidad a la rutina. Estaba convencida de ello.<br />Lleva tiempo viviendo en un mar de dudas, pero ahora está convencida de lo que va a hacer. Su educación religiosa ha evitado que actuara antes. Lo que piensa hacer está en contradicción con su fe, pero ya no le importa... Gracias a su fe, se mantuvo entera cuando Blanca desapareció de sus vidas, pero aquella vez sin retorno. Un accidente muy lejos del hogar, en uno de aquellos países castigados por la guerra y el hambre, la convirtió en el retrato eternamente joven que su padre reflejó en el óleo del salón.<br />Ágata conservó la mente clara, consiguió construir una fachada rígida que ocultaba un caos interior. La tristeza que cada mañana le dificultaba abandonar la cama, la combatía pensando en Luís. Ágata deseaba dormir, dormir y no pensar, dormir y no sufrir. Pero su marido la necesitaba. Se convirtió en un ser inanimado: dejó de comer, dejó de pintar, dejó de vivir. Nunca había dejado de querer a ese hombre que tenía a su lado y luchó por él. Cada mañana descorría los cortinajes de la habitación, dejaba entrar el sol en la casa. Bajaba a la cocina y le preparaba el desayuno. Lo acompañaba a la cama y le hacía tomar sus cápsulas de diferentes colores: La amarilla para la tensión, la roja para la depresión, la verde pequeña para dormir. La química, la constancia y el amor, obtuvieron su objetivo, y Luís parecía superar la depresión.<br />Ágata lo había conseguido, su marido estaba mejor pero ahora era ella la que no se encontraba bien. Todo lo que hacía se convertía en un esfuerzo. La tristeza disimulada de aquel adiós, estaba haciendo estragos en su cuerpo y el corazón se le rompió... Decían los médicos que la causa de sus molestias, era una válvula calcificada, una insuficiencia cardiaca, ¿qué sabían ellos?... No discutiría tecnicismos que ni entendía ni compartía.<br />La mejoría fue un espejismo y Luís no tardó en empeorar. Se le acentuó un temblor en las manos. Dejó poco a poco de pintar, hasta que sus dibujos se convirtieron en burdos garabatos. Los médicos diagnosticaron esta vez un Parkinson. Nuevos fármacos parecía que lo aliviaban, pero con el tiempo dejaban de ser efectivos. La rigidez iba ganando terreno a un cuerpo, que había sido todo lo contrario a la realidad que estaba sentada en el sofá. Con el tiempo, la enfermedad degeneró en demencia. La farmacia abandonó de forma insidiosa toda su efectividad y Luís fue desconectando lentamente de la vida: No sabía dónde estaba. Se olvidó del porqué. Se olvidó del para qué. Dejó de saber quien era. Sólo conocía a Ágata y sólo esbozaba algo parecido a una sonrisa, cuando oía la voz de su mujer.<br />La vida de Ágata tiene fecha de caducidad. El cardiólogo dijo que su corazón no soportaría una nueva operación. La medicación no evitaba el edema ni su hambre de aire. Sólo el amor a su marido conseguía hacerla seguir en pie. Pero todo tiene un final y ella sabe que le queda poco. ¿Que haría Luís sin ella? Su mente clara busca una solución. Sólo ve ante ella dos posibles caminos. Uno de ellos pasa por vender la casa, la casa que lleva impregnada en todos los rincones el recuerdo de su hija y con ese dinero podría pagar una residencia hasta que Luís se reuniera con ellas. ¿Quién viviría en su casa? ¿Respetarían los objetos que llevaban el recuerdo de su hija, de su marido, de ella? Ágata cree firmemente que algún día, volverán a estar juntos: Luís liberado de la rigidez de su cuerpo y cerca estará Blanca, con su alegría, con su presencia, pero… fuera del cuadro. Hay otra alternativa, y con ella el cuadro de su hija, seguirá colgado en el salón…Confía en su sobrina Alicia.<br /><br />El agua hierve en el fuego y Ágata prepara el último té, esta vez con mucho amor y con una fuerte dosis de química… Se sienta junto a Luís en el sofá del salón. Le acerca suavemente a los labios, la taza que él ya no puede sostener con las manos. Se sirve el suyo con leche desnatada, como es habitual, y en su taza con el dibujo del girasol.<br />El reloj de pared toca seis campanadas. Ágata recoge la mesa auxiliar. Lava y seca las tazas con suavidad. Las guarda en el aparador Victoriano, y se acomoda junto al cuerpo que tanto ha deseado y que últimamente cuida como a un bebé. Siente su calor. Apoya la cabeza en su hombro y ambos entran en un sueño dulce que Blanca contempla con una sonrisa, a través del cuadro colgado en el salón.<br /><br />Alicia cruza el jardín. Acaricia el querubín que custodia la fuente y entra en una casa llena de recuerdos. Se sienta en el sofá del salón y la envuelve un silencio tan solo roto por el tenue sonido de las manecillas de un reloj.<br />Mañana volverá con el interiorista y decidirán sobre las mejoras que piensa hacer en la casa. Está decidida a montar su despacho en el salón, cerca del cuadro de su prima Blanca y desde luego, no piensa prescindir del hermoso aparador victoriano que hay al lado de la chimenea.<br /><br /><br /><br /></div>Griseldahttp://www.blogger.com/profile/04875810656697914678noreply@blogger.com3